¿Preparándose para el truco o trato? Todo parece muy divertido, pero para los niños sensoriales es probable que incluya desafíos.
Nota: Tú eres quien mejor conoce a tu hijo, así que averigua qué es lo que puede causarle más estrés sensorial para poder modificar los siguientes consejos en consecuencia.
- Elaborar juntos un plan. Deje que su hijo elija el disfraz, el maquillaje y el entorno o entornos en los que más le gustaría participar. Si va a ir de casa en casa, determine de antemano la ruta y la hora a la que saldrán a pedir caramelos. No demasiado largo, y cerca de casa. Asegúrese de que dispone de un lugar tranquilo y poco estimulante donde pueda evitar la sobrecarga sensorial y reagruparse. Si tiene previsto asistir a una fiesta, familiarice a su hijo con el lugar (colegio, casa, etc.).
- Disfraces: Es buena idea hacer los disfraces de los niños con su propia ropa, con la que ya se sientan cómodos y que no les resulte irritante por su textura, olor o estilo. Sé creativo y diviértete buceando en el armario; te sorprenderá lo sorprendente que puede salir un disfraz.
- Mantener la calma: Enseñar a tu hijo a leer su cuerpo en busca de alarmas o señales de angustia, así como métodos activos y pasivos de mantener y recuperar el control para evitar crisis, son siempre importantes.
- Una fuerte aportación sensorial a los músculos y articulaciones siempre es calmante. Algunas actividades que ayudan a ello son:
- Llevar ropa de compresión debajo del traje puede proporcionar una presión profunda y relajante (¡y puede aportar calor adicional si hace frío!).
- Chupar gelatina con una pajita, masticar hielo o cepillarse los dientes y las encías para estimular la motricidad oral.
- Empujar, transportar, levantar y tirar de cargas pesadas
- Hacer que el niño tense y suelte los músculos y respire profundamente
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Algunas fotos de una dulce y divertida mañana festiva que tuvimos recientemente con un cliente adulto nuestro ¡tallando calabazas! ¡Feliz Halloween!