¿Se comunicará algún día mi hijo autista?

Es una pregunta que los logopedas (SLP) escuchamos a menudo y, con mayor frecuencia, de unos padres muy preocupados. "¿Hablará mi hijo algún día? ¿Usará alguna vez palabras? ¿Por qué no puede hablar? ¿Qué les ocurrirá en el futuro?". Los SLP no sólo son responsables de abordar los retos comunicativos de un niño, sino también de ayudar a los demás a comprender cuál es la mejor forma de apoyar y fomentar la comunicación de sus seres queridos, de la forma que sea posible para ellos, lo cual es igual de importante. Si usted es cuidador de un niño que no habla, estas preguntas son normales. Estaremos encantados de discutirlas abiertamente.

No es de extrañar que aprender a hablar y entablar una conversación resulte fácil para las personas neurotípicas o con un desarrollo "normal" de la comunicación. Lo que hay que desmentir explícitamente es: que la comunicación se limita al uso de la boca. La comunicación, en su forma más simple, es "el intercambio de información". Una definición más elaborada del Diccionario Webster define la comunicación como 'un proceso mediante el cual se intercambia información entre individuos a través de un sistema común de símbolos, signos o comportamiento'. La comunicación no se limita al uso de palabras verbales o a la correspondencia. Es imprescindible tener esto en cuenta al hablar de los estilos de comunicación, los retos y los objetivos de un niño. Esto significa que la comunicación puede incluir (pero no se limita a) señales no verbales, tarjetas, lenguaje de signos, modalidades digitales y mucho más. Si su hijo intenta comunicarse con usted, eso se considera comunicación. La comunicación está en nuestra naturaleza, al igual que en la de su hijo; simplemente, puede parecer un poco menos convencional y única.

El habla, en cambio, es diferente. Se refiere al uso de la voz para expresar un pensamiento mediante palabras. En el caso de los niños autistas, el habla puede plantear retos únicos, como retrasos en el desarrollo del habla, dificultades para pronunciar determinadas palabras o dificultades con determinadas letras. Estas dificultades pueden deberse a diversos factores, pero un logopeda está capacitado para evaluar y abordar estos problemas, proporcionando estrategias y apoyo personalizados para ayudar al niño a mejorar sus habilidades de comunicación oral, al tiempo que se asegura de que el niño es capaz de comunicarse también de otras maneras.

Los SLP son expertos con formación profesional que evalúan y tratan un amplio espectro de problemas de comunicación, incluidos los que van más allá del lenguaje hablado. Están preparados para trabajar con personas con dificultades en áreas como la comprensión del lenguaje, la comunicación social, la comunicación no verbal y los problemas motores del habla. Dado que cada niño tiene un perfil único, los SLP personalizan sus enfoques en función de las necesidades y capacidades específicas de cada uno. Mediante el uso de estrategias personalizadas, ayudan a superar las barreras que impiden una comunicación eficaz a través de múltiples funciones: Comunicación Aumentativa y Alternativa (CAA), palabras habladas, gestos, sonidos, canciones, frases, lenguaje de signos y mucho más. De este modo se fomenta el progreso tanto en las formas de expresión habladas como en las no verbales.

Está demostrado que la CAA favorece el acceso de los niños a su lenguaje hablado. Ayuda al niño a comunicar sus pensamientos de forma más clara y coherente y le proporciona un modelo claro de palabras para que las escuche tantas veces como desee, si decide activar ese botón. Esto disminuye la frustración, aumenta la intencionalidad, fomenta la autonomía y la independencia y motiva al niño a utilizar más las palabras habladas a medida que crece su capacidad de expresarse. Puede parecer contraintuitivo, pero es un hecho que vemos repetidamente. Cuando a los niños se les encuentra donde están y se les apoya de formas que se ajustan a sus perfiles individuales, es más probable que crezcan. La tecnología está en todas partes y se utiliza todo el tiempo; es hermoso cuando podemos aprovechar su poder y ayudar a nuestros hijos a comunicarnos sus increíbles pensamientos, de la forma que sean capaces de hacerlo, en ese mismo momento.